Nosotros somos la familia Zelaya y venimos a hacerles una invitación para que vayan a un retiro que cambiará sus vidas.

Al inicio yo no queria ir a un retiro, estábamos pasando un problema en mi matrimonio, nos íbamos a separar, decidí ir a un retiro.

Y fui al retiro y Dios sanó mi corazón de muchas heridas que yo traía.

Dios me mostró como Él me ve, el valor que yo tengo ante Él como mujer, como madre, como esposa y eso a mi me ayudó en la situación que estaba pasando.

Había muchos problemas en el matrimonio, pero gracias a Dios pudimos restaurarlo y por eso los invitamos a que hagan el esfuerzo y puedan ir a un retiro.