Que tal, somos la familia Contreras.

Nosotros veníamos con el matrimonio destrozado, ya hablando de divorcio, quiero contarles que yo era un hombre adicto al cristal, a la pornografía y era un mitómano.

Fue por medio de un flyer que recordamos a la iglesia y por medio del Pastor Julio Ambrosio llegamos a una Casa de Paz.

Oraron por mi, por mi esposo y me pidieron que mirara a mi esposo de otra manera.

Mi esposa me pidió permiso para hacer una Casa de Paz y me obligó para ir a un retiro.

Y fue después de ese retiro que Dios sanó mi corazón, jamás volví a tomar, jamás volví a drogarme y hasta la fecha he vencido la mentira y la pornografía.

Ya somos personas cambiadas, Diso nos ha dado plenitud e invitamos a todos a que acudan a un retiro, recuerden que para dios nada es imposible.